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Rider negro, la mezcla perfecta de varias tendencias setenteras

Actualizado: 12 ago 2023


A mediados de 2020 se lanzó el primer Lp de la banda mexicana Rider negro, titulado The echo of the desert, compuesto de diez tracks que exploran e integran diversos géneros setenteros y que muchos de los que lo han escuchado por stream, en youtube, que es un revival o una evidente intento de continuidad de la música de The Doors. Claramente la música de Rider negro tiene muchísimo de la icónica banda del Rey lagarto, desde la voz hasta el uso de sintetizadores y líneas de bajo muy al estilo, pero no lo es todo y la banda lo deja claro en la descripción de su Bandcamp: sus influencias son variadas, desde el Western, la psicodelia, un poco de progresivo, el blues, etc. El trío estuvo conformado en su última gira por Zaid Gutiérrez en la batería, Israel Báez en el órgano/teclado (actualmente ya no está activo en la banda) y Pedro Malo en las cuerdas delgadas, las gruesas y las vocales (guitarra, bajo y voz), tiene trabajos previos a este Lp, en sencillos y un recopilatorio de 2018, ha participado en varias tocadas y una de las más destacables es cuando le abrieron a Dirty sound magnet, pero toda su actividad en vivo es una chulada.



Fires at the cosmic dawn es el track que nos da la bienvenida a este banquete sonoro da inicio con un cuerno y trinar de aves, la guitarra entra limpia con un ritmo muy western, y al avanzar la canción hasta que entra la voz y todo se vuelve una mezcla difícil de definir: suena entre canción de un spaghetti western, Pink Floyd y la voz del Rey lagarto, y esta última es la resalta, pero no es lo único que compone la canción, además, potenciada esta idea con el teclado que adorna el coro, pues es complicado no hacer la relación. Las extensas partes melódicas, donde la guitarra solea mientras la base rítmica se mantiene firme y el teclado da algunas ornamentaciones, son una absoluta maravilla. Dry and soft es la segunda rola, e inicia con un sample de conteo, a la que poco a poco se integra el bajo, luego la guitarra mete algunos arreglos que le dan una sensación muy pinkfloydesca; una vez lograda esta sensación, el teclado vuelve para mezclarse con la melodía y hacerla sentir más al estilo de The Doors. Luego de la primera intervención de la voz, la música se vuelve más intensa y un poco más movida, deja de sentirse como una rola lenta para el viaje y adquiere un tono de rola para el alucín, no cabe duda que esta rola predomina ese sonido semejante al de la agrupación liderada por el Rey Lagarto, tanto en el ritmo como en el tipo de melodía, pero no hay que perder de vista esos pequeños destellos que mezclan provenientes de otros géneros y que enriquecen y dan nueva vida, en otras palabras, no sólo es "sonar como..." es darle un nuevo aire a esas influencias para generar tu estilo propio. El tercer track rompe totalmente con lo que habíamos escuchado, El Buitre viene con un ritmo muy latino: en lugar de una batería solamente, meten otro tipo de percusiones, el teclado, emulando un pianito y el bajo con un groove bien huapachoso, nos recuerda esas rolas psicodélicas/experimentales del latin jazz.



El cuarto track, el más largo del álbum, tiene una sensación más nostálgica; titulada In an ancient Ziggurat, una rola bluesera en todas sus letras: ritmo lento, un groove de bajo triste, la guitarra soleando durante la mayor parte de la canción, añadiendo mayor desazón a la canción, la voz con cadencias más largas y lastimeras mientras el teclado dramatiza esa sensación de miseria de la canción; no sólo supieron hacer una canción de blues al puro estilo clásico, también supieron recrear esa tristeza que lleva consigo el género, algo que, al menos para mí, es complicado de alcanzar. Las siguientes cuatro canciones están seriadas en cuatro partes con la misma raíz de títlo: The Wizard (Prelude to the dream) (The world within), (Beta Orionis) y (Path of the core), en el que la primera pareciera una declamación con sonidos de fondo que parecieren de una película de Sci-Fi; la segunda parte es minuto y medio aproximadamente de melodía ambiental aún con toques de Sci-Fi y nostalgia muy buenos; la tercera parte, el teclado y el bajo van acelerando la canción, la lira solea un poco, dan una sensación cinematográfica, como si estuviera preludiando una parte importante, que es la cuarta parte de la historia del hechicero. El blues y la psicodelia se dan cita en esta últiam parte, musicalmente, es compleja, completa (en sentido de que recoge mucho del sonido de la banda) y rica en matices, creo que el meollo del álbum es este.

La novena rola, Tehran conjuring, es principalmente un mantra: una guitarra con un poco de chorus y melodía de voces, como si nos invitara al trance, quizá imitando un poco aquellos ritos precolombinos. La canción que cierra el álbum es también la que le da título: The echo of the desert, una rola que de inmediato nos haría pensar en la psicodelia y el desert rock, sin embargo, creo que este es el track que más vinculado está con el western, no sólo como género musical, sino también fílmico: el ritmo de la batería y el groove del bajo se conjugan para hacernos sentir el galopeo de los caballos, mientras la lira y el teclado hacen un ambiente dramático, intenso; pero la rola no sólo es un western, le dan ese toque psicodélico de la banda, lo conjugan con un solo de teclado buenísimo que aporta muchísimo a esa sensación de película del wild wild west que tanto furor crearon hace varias décadas.

A grandes rasgos, y como siempre digo en casos como estos, lamento mucho haber tardado tanto en hacer la reseña, pues es un disco que disfruté de inicio a fin, como mencioné, trasciende más allá de un "suenan como...", y es cierto que de primera escuchada dices: esto suena como The Doors o Pink Floyd (yo mismo lo señalé en la reseña), pero conforme lo escuchas con más atención, te das cuenta que no es una simple calca de estilo o melodía, le dan un toque western, bluesero, progesivo o el que haga falta para que te saque de tu idea de encasillarlos entre esas dos bandas y revalores de a poco cada parte de la melodía. Mi rola favorita creo que es la última, The echo of the desert, por su tendencia al western (hace poco escuché una recopilación de 5 hrs. de canciones inspiradas en el western y quedé anonadado, creo que eso es lo que me inclina a tener preferencia por esta rola). Ahora esperemos a que nos den noticias de un nuevo disco.


-Mack

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