En el lejano 2011, a finales de año, vio a la luz una banda con mucha fuerza, con unos riffs que van de lo desértico a lo psicodélico, en Lagos de Moreno, Jalisco, llamada Ladymen, integrada por Guillermo Martínez en la voz, Gustavo Cortez en la bataca, Alex Mitchel en el bajo y Luis Martínez en la lira. Sus principales influencias son bandas de primera línea del stoner: Kyuss, Fu manchu, Yawning man, Melvins y Red Fang, a quienes le abrieron su presentación el pasado 13 de mayo, por lo que los felicito por ello desde el Búnker del Fuzztlán. Sin duda, la marca de estas bandas es lo primero que se nota al escuchar el material de esta banda: tienen una sesión de 2013, un álbum de larga duración titulado Viviendo la pesadilla, de 2014; un sencillo, El maldito y un segundo Live session lanzado en 2022, cada rola tiene un alma desértica y alocada por sí, con riffs movidos y blueseros por momentos, por otros bien setenteros y volados. Aunque pareciere que es poca su producción, la calidad con la que está hecha cada rola es una marca de que el cuarteto se toma el tiempo para hacer las cosas bien y con muchísimo ímpetu.
Aquí nos trae su última producción, el live session de 2022, En vivo desde el ensayo, compuesto por tres rolas muy sabrosas y de distinto sabor cada una de ellas. La primera de ellas se titula Sanguinario, que inicia con la lira haciendo sonidos ambientales que parecieren de una peli de Sci Fi de Ed Wood; de inmediato comienzan todos los instrumentos: la batería da un beat ágil y bien potente, mientras la guitarra nuevamente adorna este preámbulo en el que ya comienza el verso: la voz de Memo se hace presente, el bajo aparece para darle mayor solidez al groove y la lira hace ahora el riff principal de la rola. El verso, aunque no disminuye el tempo, se siente con un poco más de freno: primero, la banda nos lleva sin control por el rumbo de la melodía hasta topar con un terreno dificultoso y al que hay que verle con tiento, si bien no hace falta bajar la velocidad, si ir con mayor cautela al pasar por ahí, para volver al desenfreno. Sin duda, es una rola que está pesada para el desmadre, para pasarla bien agitando todo el cuerpo al ritmo que nos marcan. Luego de una breve pausa, todo vuelve a iniciar, se repite la misma estructura y el mismo feel de echar todo por la borda.
Foto tomada por Leslie del Moral (al final del texto compartimos
las ligas a su trabajo)
La segunda rola del live se titula Los desiertos del futuro, una rola psicodélica con un inicio que contrasta con la rola anterior: tranquilo, pausado, con un riff de lira relax y con delay. Diera la impresión de que, una vez que se ha recorrido el camino a toda velocidad, toca darse un respiro, estar tranquilo, disfrutar del desierto y su calma. La lira llena de arreglos bien volados, con riffs que sugieren lo etéreo, lo inasible, todo aquello que está hecho para la mente y para la contemplación sin prisas ni presión alguna, mientras el bajo da una base rítmica también muy tranquila, sólida, y la batería, bueno, está de más decir que los golpes están bien matizados y el ritmo es suave; esto al menos la primera mitad de la rola, porque después de una brevísima pausa, la batería suena con mayor fuerza, el bajo adquiere más volumen y la lira se da mayores vuelos de lo que ya tenía, es decir, la canción gana muchísimo en intensidad pero no tiene mayor velocidad, se quedan con el mismo groove tranquilo, como ese momento álgido del viaje.
Foto tomada por Leslie del Moral (al final del texto compartimos
las ligas a su trabajo)
La tercera rola, titulada De tierra y sal, comienza con la voz de Guillermo con un par de versos, que dan entrada a la rola y los tres instrumentos comienzan con la melodía: lenta, apacible, pero sin sonar pesada o densa, tiene más cercanía, me parece, al blues que al doom; la fórmula se repite: suena la melodía, callan, canta Guillermo, calla él y suena la melodía, hasta llegar al primer puente que sólo sirve para ir nuevamente al verso. El segundo puente ya es una entrada al solo sabrosote de Luis, el cual le da un toque psicodélico a la rola. La rola vuelve al verso, en esta ocasión cambia la dinámica: la música suena hasta la mitad de cada verso que canta Memo; al terminar, suena otro puente, distinto a los anteriores, pues pareciera que nos prepara a un segmento distinto de la rola, y así es en efecto: otro solo de lira, una base muy chingona de bajo y batería, esta parte un tanto más larga que es interrumpida por los tamborazos de Gustavo, luego de un fill, todo vuelve a sonar y el solo continúa hasta casi el final de la canción, pues para salir, quedan bajo y batería por algunos compases más.
Foto tomada por Leslie del Moral (al final del texto compartimos
las ligas a su trabajo)
Cada rola está hecha, como mencioné, para crear una sensación diferente, una forma distinta de llevarnos hacia el desierto por parte de este cuarteto. Aunque no puedo asegurar nada, posiblemente estas tres rolas sean la vanguardia que anuncia la llegada de un nuevo disco de Ladymen, pues ninguna de ellas es retomada de sus trabajos anteriores, cosa de que debería tenernos contentos, pues han mostrado tener un sonido sólido, bien definido, unos riffs bien chingones y un estilo que de inmediato sabes cuáles son sus bases, pero alegra escuchar que tienen sello propio en su forma de hacer música. Creo que en esta ocasión no podría decir cuál e mi rola favorita, las tres me han gustado bastante, y si tienes duda, querido lector, les dejo su trabajo para que escuchen a esta banda que esperamos pronto venga a CDMx a dar el rol.
Para seguir su actividad:
Para escuchar su música:
Para escuchar el Live:
Las fotos de la banda son autoría de Leslie del Moral, si quieren echarle un vistazo a su trabajo, les comparto las ligas:
-Mack
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