El segundo split seguido que aparece con la participación de mexicanos, en este caso, de un mexicano. Hace un par de meses atrás les hablé sobre Weedreek, una one man band de México, creado de la mente maestra de Miguel Krieg, y con dos álbumes en su historia donde mezcla noise rock, doom, sludge, stoner, sonidos ambientales, líricas potentes/apocalípticas, voces potentes. En esta ocasión, se une a otra one man band, llamada Nastrom, fundada en 2012 por su único miembro, el serbio Stevan Lenhart, apasionado del mundo under y del DIY, como Miguel; ha producido/lanzado dos demos y tres álbumes llenos de música muy chingona, tétrica, lenta, espesa, que poco a poco te hunde en un ambiente lóbrego y aterrorizante, música y voz que pareciere que vienen de lo más profundo de nosotros mismos para recordarnos aquellas esquinas oscuras que nos hacían temblar de niños. Este split se siente totalmente integrado en cuanto a las bandas, pese a la lejanía, han sabido hacer un cuarteto de rolas de forma orgánica y potente, en la que si bien notas las diferencias compositivas de cada uno, supieron integrar mucho de su estilo.
El split comienza con Night of the partisans, de Nastrom, y es una rola que ya de inicio te cimbra desde lo más profundo, con una lira grave, con delay y un ligero toque de overdirve, que le da un sabor siniestro y oculto; de a poco, la batería entra a marcar el tempo lento y una segunda guitarra hace arreglos agudos que se repiten y dan una mayor sensación de extrañeza; con esa base musical, la voz, como un espectro que desde lo más oscuro nos hablara, suena con un toque de delay para acentuar ese tono fantasmagórico, si añadimos a esto la cadencia monótona causa una mayor sensación de extrañeza, hace sentirnos expectantes. La segunda rola de Nastrom se titula Only trees, la cual comienza con toda la instrumentalización: batería dando el beat lento de la rola, un sinth que acentúa el inicio de cada cadencia, un bajo muy de fondo que ambienta y nuevamente arreglos de guitarra que le dan un sabor inquietante; la rola, nuevamente, es una base que tiene pocas variaciones, el sonido es tirando un poco hacia lo industrial (por el sonido de la batería me remite, quizá) y hacia esa inquietud que nos creó el OST del primer juego de Silent hill: sonidos macabros para adentrarnos a una atmósfera extraña y alucinante; la constante repetición, pareciere que corriéramos en círculos entre árboles, como si vagáramos perdidos, sin rumbo en un bosque por la noche.
La primera rola con la que Weedreek participa se llama City scum, e inicia con el sonido profundo y un poco saturado de bajo junto a la batería, cuyo sonido recuerda nuevamente al usado en el industrial; además, la guitarra no podría faltar haciendo melodía y acompañamientos que le dan mayor fuerza a este inicio. Luego de este intro, la rola cambia a un ritmo más rápido y pesado, luego suena de fondo, como si estuviera lejana, la voz, con cierto tonos desgarradores de repente. El puente de la rola distribuye la repetición de la base rítmica/melódica, para luego meter arreglos más agudos con la lira seguidos de una parte del bajo solo con la batería, luego vuelven al verso y esa voz lejana se vuelve ligeramente más intensa y agresiva, al término de esta repetición, cambia la melodía, por una lira más asonante, una voz más calmada pero espectral; una tercera vuelta al verso nos lleva hacia el final de la canción, en la que se intensifican los instrumentos, se nota el querer salir con mucha fuerza y terminar con un silencio abrupto. La rola con la que cierra el split es Acid rain, cuyo inicio el ritmo de batería remite a un beat de rap, esta vez se acompaña de una ambientación inquietante y "silenthillesca" de la lira y una base de bajo bastante buena. Esta atmósfera pesadillezca que se crea es complementada y potenciada por la voz con delay más cargado y con su aparición más intermitente y lejana, casi como si se tratase de un susurro recurrente.
Un split por demás interesante, debido a que la música es una mezcolanza de ritmos, tópicos musicales de ciertos géneros, así como ambientes y experimentaciones; como mencioné, con sus características individuales, tienen rasgos en común que vuelven más orgánico este álbum compartido: el ambiente tétrico, el sonido de la batería, el uso de la guitarra para crear tensión y angustia, el ritmo lento sin llegar totalmente al doom y, habré de insistir porque es de lo que más me gustó de ambas bandas, la atmósfera que logran, acorde incluso con la portada: inquietante, causa incomodidad y sobresalto, recoperando la idea, es un split ideal para ambientar un videojuego o peli de terror donde la acechanza de algo que no vemos pero intuimos está entre las sombras, queda perfecto, difícilmente podría hablar de una rola favorita, pues las cuatro canciones se me hicieron buenísimas.
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-Mack
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