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Desierto, skate y rockandroll, High Grind y su nuevo álbum "The loud bong chronicles"



Después de lanzar en Bandcamp tres sencillos (Intergalactic ride gurú, 2020; In search of speed, 2021; Diablero, 2022) y un Ep (El brujo, 2022), el power dúo High Grind nos trae The loud bong chronicles, disco compuesto de 6 rolas bien densas, espesas, con un sonido crudo pero que fluye ligeramente, con algunos toques psicodélicos y desérticos que le dan un sonido único y muy chingón. La banda fue creada en 2019, en vísperas de la pandemia, por lo que tuvieron tiempo de pensar y organizar su sonido y sus creaciones hasta cuajar en rolas únicas y de enorme alcance en cuanto a su feel y su composición; el power dúo está integrada por Mark Jiménez en guitarra, bajo (en estudio) y voz, y Gil Grove en la batería, y como buen dueto mexicano, no requieren más para hacer vibrar con sus rolas ponchadas a aquellos que ya hemos escuchado el disco una y cientos de veces. El pasado sábado 10 de septiembre estuvieron presentando el disco en No somos nada distro café, y aunque no tuve oportunidad de verlos, estoy seguro que oportunidades sobrarán (gracias al regreso de eventos en la CDMx y todo el país), pues no dudo que la calidad de su stoner les abrirá (y ya le está abriendo) paso, por lo que, si están en mi situación y no han tenido la oportunidad de verlos en vivo, pronto habrá una para disfrutar tremendas rolas.



Una semana antes del lanzamiento de The loud bong chronicles, lanzaron como adelanto, el sencillo Skatopia, una rola que al enterarme su salida corrí a escucharla y me dejó con muy altas espectativas: esta canción comienza con un riff de bajo limpio, grave, oscurón pero que remite de inmediato al stoner noventero y al desert rock, tanto por el sonido como por el feel del riff; después de un par de vueltas, la guitarra entra, también limpia, para hacer arreglos que enfatizan esa sensación desértica y, posteriormente, repite el riff del bajo con un chingo de fuzz y densidad. La rola es pesada en cuanto al tempo y la fuerza que la batería le impregna: sencilla, sin tanto adorno, pero no lo requiere, pues cada golpe en la tarola, en el bombo y en los platillos, escuchar esta canción sin mover la cabeza es imposible, pues todo el conjunto de la melodía te lleva hacia allá. Riffs pastosos, pesados, que inician con un tono desértico, arreglos y solos de guitarra bien psicodélica y volada es lo que caracteriza esta rola tan chingona. A mi gusto, una forma muy rifada de adelantar el contenido del álbum y mejor forma de comenzarlo, pues es el primer track y comienza bastante fuerte el asunto. La segunda canción del disco, titulada Hombre de conocimiento, ya inicia por todo lo alto: guitarra con fuzz pesadísima, batería machacona y dura, y en esta ocasión, Mark canta de forma áspera y fuerte, grave, me recuerda un poco a High on fire, no llega a ser growls, pero suena como si tuviera mucha ira contenida; el riff me suena aún más ponchado que el de Skatopia, haciendo uso de las referencias de Mark, muy cercano al sonido de Bongzilla o Belzebong, incluso, añado además de High on fire (en concreto recuerdo su rola 10,000 days), a Weedeater, en cuanto al feel pesadísimo y cremoso que logran en esta canción. El solo de guitarra y los arreglos que van acompañando la base de la melodía tienen un feel más oscuro, transmite maldad y resentimiento, sin dejar de ser elementos que llenan de virtuosismo a la canción y refuerzan la intención pesada y machacona de la rola.


Vórtice (parte II) es el tercer track, y como buena segunda parte, se entiende mejor con su primera parte, incluida en su Ep El brujo, la cual es más vertiginosa. da la sensación de ir cayendo en un hoyo negro a gran velocidad, sin un momento de respiro y sin salvación alguna. La segunda parte, además de ser más extensa, difiere en el feeling que transmite: comienza con la guitarra y un efecto de delay, con una cadencia lenta, seguido, después de algunas repeticiones y un silencio, del mismo riff, pero en esta ocasión con fuzz y acompañado del bajo y la batería, como si, una vez de la inminente caída en el vórtice, ahora sólo flotáramos sin rumbo en algún lugar desconocido. De pronto, el ritmo se acelera, semejante a la agitación de recobrar la consciencia en un lugar desconocido, a la exaltación de no saber qué ha sido de nosotros y, al recordar lo sucedido, una calma ante lo inevitable se apoderara de nuestra mente, ahí justo la banda vuelve al ritmo lento y pausado que estará hasta el final de la canción. El cuarto corte de The loud bong chronicles se titula Realidad aparte, track que pareciere también dar cierta continuidad a la canción anterior en cuanto a la emoción que transmiten y la composición general de la canción: comienza pesado y opresivo, con un riff oscuro y un ritmo de batería denso, y de a poco se hace más angustioso, para resolver con un momento relativamente calmado: el bajo con chorus, la batería marca con el contra entreabierto, con golpes más secos y la guitarra mete algunos arreglos sonoros que causan inquietud y desconcierto, como si se tratase de esa realidad ignota a la que fuimos arrojados a través del Vórtice.


El quinto track, titulado Diablero, es una oda a la maldad y a la sensación de agobio, pues inicia por todo lo alto, con toda la fuerza del bajo, batería y guitarra, con riffs oscuros y ritmo pesado, además, la voz de Mark en esta canción se nota más agresiva, intensa y violenta que en Hombre de conocimiento, con lo que le da mayor fuerza a la intención y a la melodía que ya de por sí era vehemente. Por último, la canción bonus, In search of speed, comienza con bajo grave y seco, con poco ataque, se le une la batería y después de un par de compases, la guitarra con harto fuzz; el ritmo de esta canción es más rápido que las anteriores, y la guitarra y bajo van tocando notas, un poco al estilo punk, pero con menos velocidad, más punch y agresividad; creo que esta rola es la que mejor refleja la influencia y referencia skate a la que aluden en la descripción de la banda, sería como mezclar punk skate con stoner/doom, sin que suene a hardcore (ochentero) o sólo punk heavy. The loud bong chronicles es un álbum bastante disfrutable, muy bueno en su concepción general y cada rola es un deleite, esperemos que pronto salga en físico. De mis tracks preferidos, creo que Skatopia y Realidad aparte, la primera por el sonido desert bien chingón que mezclan con sonidos doom y la segunda por su fuerza y violencia mezclado con ese pequeño momento de respiro que dan. No queda más que felicitar desde el headquarter de Fuzztlán el tremendo trabajo de High Grind con este disco, en el que han logrado un sonido muy chingón fusionando sonidos de forma orgánica; espero pronto verlos en vivo para disfrutar cada canción como se debe.


Para seguir su actividad:

Para escuchar su música:


-Mack


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