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Desde Cancún, Elefangs sacude con su segundo Ep, titulado II



En 2021, la banda sureña Elefangs, oriunda de Cancún, México, lanzó su segundo Ep, titulado II, y es lo más reciente del cuarteto en estudio, porque han tenido algunas presentaciones en vivo que nos hacen mantener la esperanza en que en un futuro próximo haya material de larga duración de ellos. Con poco material, un primer Ep, titulado Monster y un sencillo en live session titulado No name Maddox, esta banda nos ha dado muestra de que son capaces de hacer un stoner rock sabroso y clasicote, con riffs poderosos y ritmos variados que valen bastante la pena prestarles atención. Carlos Correa, Daniel Marín, Miguel Sordo y Alejandro Reyes son quienes conforman este cuarteto que rescata mucho del stoner rock noventero combinándolo con hard rock, una pisquita de doom y con sonidos de los instrumentos no tan usuales en estos géneros, pero ya mencionaremos tales cosas, de mientras, empecemos a hablar de este Ep.



El Ep está compuesto por seis tracks y el arte de la portada, impactante y muy chingón para mi gusto, presagiaría incluso música más próxima al doom; pero no es así, estamos antes seis títulos de stoner rock con altibajos en el ritmos, batería contundente, lira y bajo pesados en sonido y ligereza en su ejecución, son elementos recurrentes en todo el álbum. Así, la primera rola, titulada Witches, comienza con guitarrazos potentes con un sonido peculiar, como si tuviera algún filtro, luego se unen bajo y batería para comenzar la parte de verso con la voz, también con un tipo de voz peculiar, al menos no es algo que se acostumbre a escuchar en el stoner, pero que sienta bien, le da un toque punk/hardcore que junto al ritmo se intensifica. Los pequeños puentes entre partes, donde por un instante bajan el tempo y suenan bien doom, añaden un contraste muy bien logrado a la rola: no es una canción monorrítmica y plana, tiene sus variantes que modifican la intensidad y la velocidad con la que sacudes la cabeza. Sumo fight baby, el siguiente track, comienza con un ritmo de batería muy bueno, muy ochentero, la lira, mientras, hace algunos arreglos y el bajo suena totalmente metalero: mucho ataque, mucho agudo, tocado a plumilla, la línea de la voz también remite un poco a ese feel ochentero. Este segundo track tiene mucho feel hardcorero de los ochenta, por momentos el coro recuerda también un poco a las rolas de hard rock de la época, mientras algunos arreglos de la lira y el solo, nos recuerdan esa vena stoner de la banda.



Seth Rogen, el tercer corte del Ep, comienza con muchísima fuerza, lira con palm mute a tope, la batería dándole potencia y el bajo profundidad; poca variación para comenzar el verso, la cadencia de la voz nuevamente nos deja ese sabor ochentero, esta vez más cercano al heavy rock, y al terminar de cantar, el puente se vuelve denso, pesado, lento nos lleva nuevamente a ese power del doom que nos habían dado a saborear en la primera rola. Luego recuperan el riff inicial, vuelven al verso y en esta ocasión al terminar, un riff vertiginoso y una batería marcando el inicio de cada compás, dan entrada al solo de guitarra que le da ese saborcito pesado al final. El álbum continúa con San Luis Peyote, una rola que desde el riff inicial ya suena bien desértica: un riff que luego luego remite al stoner noventero, un sonido bien metido en el género, un ritmo lento que cae a plomo como sol abrasador sobre la arena; luego del verso, el puente que utilizan es uno con un ritmo más ágil, más veloz, cuya intensidad se siente como una ráfaga de viento cálido. Hacia el final retoman ese ritmo densote y lo tornan más pesado, una vez dado esta sensación de pesadez, comienza el solo de lira final.



Naraka es el penúltimo track del Ep, rola que continúa con ese feel doom con el que termina la anterior, pero con un inicio más psicodélico: la lira arpegiada, sin distorsión, con un ligero delay, a la que de a poco van acompañando la batería, una lira con distorsión, el bajo, y de pronto, de un golpe súbito, toda la masa concentrada del planeta se nos deja ir encima. La rola continúa con un sonido psicodélico, entre arpegios de lira con delay, arreglos de otra lira principal, pecusiones, todo para formar un ambiente etéreo. Este se rompe gracias a la gradual intromisión de la lira y los golpes más potentes de la batería, para luego dar un cambio abrupto a un sonido más heavy rock, con mayor velocidad y un solo alucinantes de lira. Para cerrar, Chrono sapiens nos lleva por el mismo paraje tranquilo, lento, que nos deja pensando que en algún momento todo explotará; en esta ocasión la rola, además de los arpegios de lira, se incluye un sample y un sintetizador que ambienta con cierto dramatismo la rola. En efecto, los instrumentos explotan en un sonido contundente, con un arreglo de guitarra igual de dramático que el teclado, hasta que la voz suena con un tono melancólico, que prevalece en toda la canción. Una forma de cerrar un tanto distinta en relación con el resto del disco, pero que tiene ese toque particular que le supieron dar a cada rola: tanto algunos efectos de lira, las líneas vocales, el sonido del bajo en una de las rolas, denota una intención de ampliar los registros usuales del stoner, no sólo ceñirse a un tipo de grabación o a un sonido particular. Se trata de un Ep con mucha variedad y que en cada rola se dejan ver sus posibles influencias que van más allá del género que tocan, esperemos que pronto nos den la sorpresa y traigan material nuevo; por último, Naraka ha sido mi rola favorita del disco: supieron hacer un buen stoner doom con un inicio psicodélico bien sabrosón, escuchénlos y cuénten, ¿cuál es su rola favorita?


Para que sigan su actividad, estén al tanto de novedades de la banda:


Para escuchar su material:


-Mack

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