EL 31 de marzo, desde las entrañas de la caótica Ciudad de México, el cuarteto The Cosmic Lotus lanza su álbum Lotus devotion, que consta de poco más de 50 minutos de psicodelia pura y dura, de emociones y contrastes musicales, un deleite para quien lo escuche y sea fan de los sonidos setenteros, así como sonidos y evocaciones impredecibles a través de la música. La banda está integrada por Fernando Benítez en la batería, Gilberto Galindo en el bajo, José Luis Cigarroa en la guitarra y Miguel Vázquez en el teclado, todos ellos miembros experimentados de bandas con una buena trayectoria en México: El Brujo, Sweat leaf, El Diablo, Hombre perro, la Orquesta de animales y La maquinaria del sueño. Ante tal supergrupo con una alineación de primer nivel, no puede esperarnos más que un proyecto de gran calidad y enorme capacidad para hacer de un jam session un gran disco.
La amistad y las similitudes en gustos por la música, junto a un deseo de hacer música, llevó a los miembros a reunirse y crear el EP Lotus devotion, sin amarres pero con una estructura clara de lo que desean expresar. Sus influencias son demasiadas, comenta Gil, el bajista, que va desde el progresivo (King Crimson, Camel, ELP), el heavy psych (Lucifer's friend, Stray), el stoner rock noventero, la onda cósmica, y un largo etcétera, pues si algo es cierto, es que las influencias y gustos para un músico pudieran ser interminables. Hablando con toda la honestidad, cada influencia mencionada por Gil en una charla previa que tuve con él, se nota en el transcurso de todo el disco, incluso me atrevo a afirmar que tiene un gustito de acid jazz en algunos pasajes, momentos que le da un toque novedoso al sonido psicodélico.
El EP tiene distintas aristas, en el bandcamp de la agrupación, tiene una versión promocional y una versión EP, ambas con una canción cada una y que se puede disfrutar en gran calidad, mientras la versión publicada por Mr. Doom666 (las ligas las dejaré al final de la reseña) consta de tres canciones con un total de 51 minutos de psicodelia, viajes y mal viajes. Este es el primer punto a destacar de Lotus devotion son los matices y sensaciones que transmite el jam grabado por el cuarteto, en el que no sólo demuestran su talante como músicos, sino dan muestra de su compenetración como grupo; pese a que cada uno toca en otra banda, saben conjuntar sus ideas de forma intrépida y potente. La primera canción, "Lotus devotions", comienza con sonidos que evocan entre la conjura y el misticismo: un llamado al interior de nosotros mismos para prepararnos, para emprender un viaje al centro mismo de nosotros mismos y del universo; acto seguido, la guitarra y la batería comienzan a sonar, seguidos posteriormente del bajo, de un ritmo lento pero excitante: punteo de guitarra con un ligero toque de chorus, un ritmo en la batería que remite de inmediato a estilos setenteros, mientras el bajo acompaña con un sonido bien retro, crudo, potente. En ese momento comienza la psicodelia, el potente sonido del jam acercándose un poco al acid jazz, como si nos quisiera dar a entender que alcanzar el el centro, el punto de equilibrio, también tiene su parte de caos, al que uno debe prestar atención para encontrar la armonía, la cadencia que nos llevará en el viaje hacia nosotros mismos. Constantes y sutiles cambios conforme avanza la canción, en conjunto a cambios importantes, como el ambiente que impregna el teclado, el cambio de groove del bajo, la progresión de la guitarra, hacen de esta canción inicial un viaje a través de la percepción y sus matices, cerrando la canción con un sonido vertiginoso que casi de golpe se frena para dar la cadencia última de forma tranquila.
"Mahakala invocation", el segundo track del álbum, comienza con un riff de bajo bien setentero acompañado por la batería que va marcando con platillo y golpes al aro el tempo; tanto la guitarra como el teclado, al entrar, refuerzan la tonalidad retro, psych y un tanto inquietante. Nos encontramos en un punto del viaje vertiginoso, no tanto por la velocidad como la evocación de movimiento constante, imprevisible; retomamos el viaje iniciado anteriormente en un punto álgido, donde la intrepidez sobre sale de cualquier otra cualidad necesaria para continuar el movimiento al centro de nosotros y del universo. La gama multicolores del track previo poco a poco va perdiendo matices y guiando nuestra mente hacia algo más concreto: la lucha constante (no violenta, pero sí agresiva) hacia nosotros. Hacia el final, la guitarra se queda repitiendo un riff de forma casi hipnótica, mientras el teclado va llenando la armonía y dándole un sentido a ese trance propiciado. La última canción de esta entrega, "Sadhana", como es de esperar, es un cierre idóneo: un ritmo más trepidante, con más fuerza, justo para musicalizar el encuentro final de este viaje. Hay que recordar siempre que la búsqueda interna, la exploración de nosotros mismos no siempre está rodeado de tranquilidad, muchas veces hallamos un final turbio después de un camino áspero. Me parece que esta canción está más cerca de la psicodelia setentera, queda lejana esa sensación por momento de una improvisación de acid jazz, como si al fin, en el centro de todo, en la cumbre de nuestras andanzas, todo recobrara su justo lugar: no un lugar apacible, pero sí uno que ha traído nuevos conocimientos y nuevas experiencias que nos sirven para ver todo desde un nuevo ángulo. Si en algún momento Hendrix volviese a preguntar si tenemos la experiencia, creo que podemos afirmar sin titubeos, que hemos sido experimentados en un viaje lejano, de una psicodelia evocadora, que invita al escucha a tomar rumbo indefinido al inicio, que es lo que provoca The Cosmic Lotus.
La intención de hacer música que nos sacuda, desde la melodía hasta sus constantes evocaciones y cambios sonoros, es de los puntos más fuertes que resaltan de esta producción. Sin duda, 51 minutos de viaje, no de cualquier viaje, no cualquier malviaje, uno que invita a ver hacia dentro y encontrar el caos que nos puebla y recorrerlo con astucia, con intención de transformarlo todo. El mismo Gil nos cuenta que hay dos horas de grabación en espera de ser lanzado, y al menos desde esta trinchera, esperamos que así sea, porque si la primera parte que lanzaron es una pasada de virtudes y buen groove, estamos convencidos de que el material que falta por liberar tiene la misma calidad. Creo, para cerrar, que ese es el único punto flaco de este lanzamiento: que sólo la versión de youtube publicada por Mr. Doom es la única con los tres tracks (quizá vayan liberando de a poco el resto en bandcamp). De mientras, me quedo con un buen goce en los oídos y en los ánimos al escuchar músicos virtuosos haciendo lo que mejor saben hacer: psych que sacude y se disfruta. Para terminar, citando a Gil Galindo: "musicalizamos sus viajes internos" (de los que escuchamos y disfrutamos Lotus devotion).
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-Mack
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