A mediados de 2015 da comienzos Electric cult, pero es hasta 2017 cuando se estableció la alineación que hasta hoy prevalece: Guillermo Pérez en la batería, Ángel Ochoa en la guitarra, Rafael Llanes en el bajo y David Reyes en la voz. Su sonido es fuerte, agresivo, intenso, como si se tratase de los sonidos cavernosos de los sueños más lóbregos, se te adhiere en lo más profundo para salir por cada rincón oscuro de la existencia. Se nota el poder del doom metal junto a algunos tintes stoner de la banda: la mezcla de los riffs hipnóticos junto al ritmo espeso, pantanoso, evoca paisajes justo como los de las portadas de sus dos Ep´s. De algo estamos seguros, Electric cult es una banda con un gran potencial, mucha fuerza y un gran sonido.
En 2021 lanzaron su primer Ep, titulado The first rite. Aún recuerdo la sorpresa al escucharlo por primera vez en el canal de Rob Hammer y quedar sorprendido por las rolas tan bien hechas y, sobre todo, al leer la información, descubrir que son veracruzanos: "una banda más que lo hace chingón en el país", pensé. Al poco tiempo de escuchar este primer trabajo, me entero que en 2022 lanzaban el segundo Ep, titulado Fuzzeremony, y no sólo eso, también que estarían en CDMx en la gira Los sonidos del pantano, junto a 3Demons, Cactus Rojo y Seex Station; sin duda fue un enorme evento en cuanto calidad, aunado a que los integrantes de cada una de las bandas son unos tipazos.
Su primer Ep, First rite, comienza con la canción The white line, que inicia con el sonido de lo que pareciera una cigarra (o alguna sabandija semejante), dando el ambiente de que hemos entrado a un lugar indómito, para dar paso al riff principal de la canción: mientras la guitarra da el tono pesado de la rola, junto a unos arpegios que rematan cada compás, la batería va marcando con los contras el tempo. Todos los instrumentos se unen y entra la voz limpia de David, con un tono, profundo, envolvente, como si nos hablara desde una una caverna, y le confiere al a canción una sensación de extraña calma, hasta la llegada del estribillo, donde el tono rasposo de la voz, el bajo pesado, la guitarra disonante y la batería dando los golpes precisos para el doom, crean un ambiente denso e inquietante. El segundo track, Bacchus blood, da un pequeño cambio: se siente un ritmo un poco más rápido, el riff principal es más ágil sin perder la densidad característica de la banda. Desde un inicio la voz de David ya comienza áspera y agresiva, sin embargo, no pierde ese tono festivo que tiene el riff de guitarra y el ritmo de la batería, dando ese aire de rito ancestral al tomar la "sangre de Baco"; en pocas palabras, es una canción hecha para sentir el poder y la fuerza ritual antigua, para levantar el tarro mientras la danza al rededor del fuego continúa.
Sleep Demons, la tercera rola del Ep comienza con la guitarra con un efecto de lejanía y un breve sonido de viento da entrada al bajo y la batería, comienza lo pesado, el riff se alterna con arpegios que dan una atmósfera lóbrega y oscura, acompañada de la característica voz de David. En el puente, el cambio de riffs en bajo y guitarra, la batería de Guillermo tornándose una serie de martillazos potentes, mientras un desgarrador grito corona el pasaje. Encaminándonos hacia el final, Rafael toca un breve solo de bajo con wah y un sonido oscuro que emerge de la garganta del demonio dormido. Hammer of doom cae sobre nosotros con todo la fuerza de la destrucción, o para sacudir la cabeza, cual martillo sacudiéndose para el caos y la condena al ritmo de los golpes enérgicos, precisos y densos de la batería. Sin duda, mi canción favorita por lo espeso y poderoso que suenan Electric cult. El disco disco físico cuenta con un bonus track, la canción Born to praise you, que salió como sencillo pero en el canal de Rob Hammer no se incluye como parte del Ep. Tiene una sensación de ritual, pesado, denso, un golpeteo incesante que imposible quedarse apacible ante él; a mi gusto, me parece que la canción sintetiza de forma genial los matices y emociones que transmite el resto de las canciones; pero no se confundan, no es repetitivo en ningún sentido, replica, de distintos modos, una misma sensación que sirve de eje orgánico en todas las canciones: esa sensación tribal, potente, dura, oscura de estar frente a fuerzas arcanas que nos hablan desde el más allá.
Su segundo Ep, Fuzzeremony, comienza con una canción instrumental, The arrival of fuzz is inminent, que nos ambienta nuevamente en el centro ceremonial ancestral que ya conocemos de su primer trabajo. Se trata de dos minutos y medio de sonidos escalofriantes, que nos preparan para la música espesa y agresiva que nos espera en todo el segundo trabajo de Electric cult. Comienza Warlocks of the Mangrove, el primer sencillo que lanzaron de este Ep, con la guitarra agresiva, el bajo profundo y una batería con mucho poder marcando el ritmo. La voz a lo largo de la canción se alternan: inicia con guturales y en partes, la voz limpia y profunda de David posteriormente resuena ostentosa como si viniera de lo más profundo del pantano; poco a poco, se vuelve más oscura la canción: el tempo baja, se acompañan los riffs con un repiqueteo de campana que junto a la batería marca el beat. De paso, escuchar esta canción en vivo es una pasada con toda la energía y poder que transmiten.
The temple of the crow comienza con toda la banda sonando, el riff que suena es de esos que se te quedan en la cabeza de forma insistente: espeso, fuerte y con un feel solemne. Durante el verso, quedan sólo el bajo, que en este trabajo tiene más presencia y un sonido más clásico, la batería y la voz limpia acompañada de un poco de chorus que le da un tono espectral, acorde a la canción. La canción en sí es compleja en cuanto su construcción, pues evoca una atmósfera densa y oscura con recursos variados; la continuidad del trabajo anterior, en un sentido abstracto, continúa latente pero de forma novedosa, sin perder la fuerza que los caracteriza. La vuelta al riff principal, después de un puente más rápido y furioso, se lleva a cabo con Rafael tocando con un bajo lleno de fuzz y espesura, un sonido crujiente, lento, acompañado de la batería. Rotting benneath the sun, el último track, el cual también recuerdo por la potencia con que la tocaron en vivo, tiene un intro largo, espeso, con la batería marcando con fuerza y un sonido de platillo entrecortado, opaco. También se nota en la voz de David una aspereza mayor que la de canciones anteriores, creando la sensación, en conjunto a la melodía y el tempo densísimo que tiene, de lenta e inevitable descomposición, la sensación de que, ineludiblemente, los gusanos saldrán por todo nuestro cuerpo tarde o temprano. Un final adecuado para un trabajo muy bien hecho, a mi parecer.
En ambos trabajos podemos notar una evolución en el sonido, en Fuzzeremony creo que ya tienen un camino claro, en él refuerzan, sin repetir ni ser monótonos, lo hecho en su primer Ep. La inclusión de más pasajes con voz limpia de David, el cambio del sonido del bajo, al mismo tiempo de hacerlo más presente en el sonido, me parecen marcas de un sonido en evolución que se va puliendo de a poco, mejorándose, sin perder la esencia inicial de Electric cult. Sin duda, ambos Ep's tienen una enorme calidad, cada uno con un sello distintivo pero con la unidad de evocar las fuerzas arcanas, los ecos de nuestro más profundo miedo y, en fin, hacernos mover la cabeza al espeso ritmo de los rituales primigenios para invocar demonios y seres de otros tiempos. Son dos trabajos que no pueden faltar y que ahora se pueden conseguir, no sólo en CD, también en cassette y espero pronto haya vinilos.
Para finalizar, no olviden que la gira Los sonidos del pantano sigue con las fechas a lo largo de la república, consulten la página de Electric cult para estar al tanto de su paso por el país.
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-Mack
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