Las últimas semanas hubo mucho movimiento en cuanto a lanzamientos, conciertos, adelantos y demás, y eso es motivo, para mí, de gusto, pues, aunque hubo algunas cosas el primer semestre del año, este segundo va augurando pura chulada. En esta ocasión, traigo sólo tres bandas (para no saturar y dejar algunas para la siguiente semana), Spacetrippers, banda regia que apenas el 16 de agosto liberó un EP bastante bueno; luego, el sencillo que se liberó hace poco de los carnales de Desert Mantra, un trío de Torreón que hace una psicodelia muy chingona, y por último, el pasado 6 de junio, la banda tapatía de doom In Ashes lanzó un pequeño Ep de dos canciones que suenan tremendas, así que veamos brevemente cada una para adentrarnos en estas nuevas rolas que nos deleitan como un adelanto y una muestra de lo que se viene. En esta ocasión, el orden en el que hablaremos de cada banda será por la cantidad de rolas, así, empezaré con Desert Mantra, luego In Ashes y cerramos con Spacetrippers.
Desde Torreón, llega The Morning, primer sencillo del próximo álbum de este trío cósmico/desértico, editado bajo el sello de Smolder Brains Records, que como ya es costumbre, nos trae pura calidad. La rola comienza con la lira cascada, con un sonido áspero y que augura una rola pacheca y bien atmosférica. Luego de entrar bajo y batería, la melodía se consolida y la voz entra, con un toque, mejor dicho, una sensación de rola setentera hippie, una voz aguda con una cadencia que sigue la melodía, para luego sonar un poco más grave y dar pie al cambio de melodía: suena más lento, un poco más pesado en cuanto a la saturación y la potencia que transmiten. Hacia la mitad de la canción, hay un parón de intensidad, la batería apenas marca, el groove del bajo se hace lento y apacible y la guitarra acompaña con arreglos y soleos que complementan el pasaje con una sensación ingrávida que nos inunda, la punto de llevarnos con cada nota flotando hasta el siguiente cambio, que vuelve a lo pesado. Si esta es una sola bocanada de lo que nos espera con su nuevo álbum, augura un trabajo buenísimo, y no es para menos, el trío coahuilense sabe hacer música que te transporta por todo el espacio, por todo el desierto.
Desde Guadalajara me escribieron para darme noticia de este Ep de dos rolas de la banda de doom In ashes, titulado Burn and Disposed, y que está conformada por Axel Fabricio en las cuerdas vocales, Roy Torres en las cuerdas gordas, Francisco Salazar y Carlos Muñiz en las liras, además, para la grabación, Axel dio los tamborazos y platillazos. Su primera rola, Arson, nos recibe con un riff duro, pesadote, tétrico, al puro estilo doom clásico, pura espesura y lobreguez; la voz me remite un poco a la de Peter Steele por lo profunda y las cadencias largas que permiten que en su voz se note más esa cavernosidad que queda a juego con la melodía oscura e inquietante. Day one, el segundo track inicia con una melodía arpegiada en la lira, luego la batería hace una especie de redoble marcial y la guitarra líder hace algunos arreglos que le dan mayor dramatismo. Al cambiar la melodía, la sensación de melancolía se acompaña de una melodía oscura y opresiva, me da la sensación de que tiene un toque gótico, quizá por el alto componente melancólico de la melodía. Espero fervientemente seguir recibiendo noticias de esta agrupación, queden atentos a sus redes.
Por último, pero no por ello menos importante, tenemos a Spacetrippers, conformada por Alexis en la lira, Alejandro en el bajo y Antonio en los tamborazos. Nacida desde lo más profundo del cerebro de los 3 Wheeler band, este power trío regiomontano nos trae tres grabaciones de jams que se han ejecutado y ahora nos deleitan. Cada una de estas rolas es una chulada en cuanto a sonido, por momentos muy clásico: lira con saturación moderada haciendo unos arreglos bien sabrosos, el bajo, con un groove impecable y un sonido vintage bien gordo y definido, y la batería, muy al natural, complementa lo que escuchamos. Lana Casiopea es la primera rola de este EP titulado Constellatio Sonoriis, un track de 17 minutos que nos lleva a distintas velocidades, por distintos paraderos del vecindario cósmico, a visitar ese negro vacío que nos rodea, ya sea a velocidad de un riff ágil y pesado, ya sea de forma contemplativa con esos arreglos de lira tan chingones, o con el bajo soleando un poco y enturbiando con las frecuencias graves y fuzzeadas el panorama cósmico. Saturna Khalifa, comienza tranquis, con un sonido bien clasicote de la lira, bueno, poco varía el sonido entre una rola y otra, más bien aquí todo va más tranquis, un ritmo más apacible, más reconfortante; de pronto, este confort se ve interrumpido por unos soleos de lira bien buenos que nos hacen sentir en alerta, como si pasáramos por un lugar de interés en este viaje espacial. Poco antes de la mitad de la canción, la batería acelera con unos redobles y comienza la velocidad, aunque conservan ese halo tranquilo apacible, como si el viaje sólo tuviera de pronto un paisaje bastante interesante pero que no representa peligro alguno para los tripulantes. Por último, Jupiter Jane (Space cocaine), comienza con la batería a todo, un ritmo hasta punketo, la lira y el bajo aunque aún tienen un sonido clásico y moderado, van a la velocidad, le da un toquecito quizá de rockabilly a la melodía, lo que sí es de destacar, son los arreglos de lira que van progresando a lo largo de esta base de bajo y batería. De pronto, el ritmo se vuelve lento y súbito, entrecortado, le cambia el sabor a la canción de forma imprevista y capta de nuevo los sentidos, mientras la lira nuevamente va soleando, le da esa sensación espacial, a partir de ese momento vuelve la calma, el viaje tranquilo, la respiración calmada.
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