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Heavy rock, psicodelia y riffs ponchados: la reedición de Vol. 1, de Cannabian


Este 7 de julio salió por primera vez, en edición deluxe, el Volume 1 de la banda mexicana Cannabian. numerado a 500 copias a mano, en digipack muy elegante y con un contenido que, aunque ya era conocido, tiene sus sorpresas. En 2016 este material había sido lanzado de forma digital, ahora, con algunos nuevos arreglos, ponen a nuestra disposición en físico un disco tremendo, lleno de psicodelia, un estilo clásico y riffs bien duros, que nos llevaran a las mejores épocas del rock. Conformado por Fernando Benítez en la batería, Víctor Jerez en las guitarras y Daniel "Verde" en bajo y voz, Cannabian nos regala casi una hora de rock bien hecho, pesado sin llegar a la sobresaturación de fuzz y de afinaciones bajas, sino que, como de antaño, con lo simple realizan composiciones duras y llenas de punch en la batería y agresividad en guitarras y bajo, sin duda fue una decisión muy bien tomada al sacar este disco en físico para disfrutarlo a cada momento.


El disco se compone de siete track, el primero de ellos se titula Blind, el cual comienza con un redoble de tambor seguido de inmediato por el riff principal de la canción. De forma ágil, rápida, con un tono medio épico, una guitarra fuerte y veloz con un retumbar constante de la batería, la rola ya comienza con todo por lo alto: una voz estrepitosa, cantando velozmente la letra, de forma que pareciere entrecortada, como todo en conjunto, melodía y voz, debieran pasar rápido. De pronto, en el coro, todo se tranquiliza, las guitarras suenan más suaves, igual que el bajo, y aunque la batería mete más fills en su groove, suena más apacible, lo mismo que la voz: más melódica y calmada que en la estrofa. El riff principal sirve de puente para dar paso al solo de guitarra que simplemente es una pasada, tanto en sonido, ejecución y feel, deja ver la influencia del rock clásico psicodélico y la destreza que tiene Víctor para ejecutarlos. La rola que le sigue se titula Mountain, comienza con un riff de guitarra bien psych y con ritmo más calmado, después de un par de compases, el bajo y la batería se le unen, y cada fin de compás, la batería remata con un breve fill de la tarola que le da más contundencia a la la canción. En el primer puente comienza la sabrosura, un solo de guitarra estrepitoso y potente, un bajo con un groove buenísimo y una batería que, sin perder el ritmo, va añadiendo fills que le da un toque de improvisación al pasaje que nos deja con un buen sabor de oídos. Si pensamos que Mountain trata de un nacimiento (el propio), este puente instrumental, puesto justamente en el momento de salir del vientre, pudiera dar a entender musicalmente lo violento y estruendoso que es nacer. Después de este pasaje tan intenso y un silencio breve, volvemos al riff principal de la canción hasta el final de la canción.


El tercer corte del disco se titula Sun, el cual comienza con todos los instrumentos juntos, con un ritmo que nos hace mover la cabeza: notas graves seguidas de un riff agudo que, al entrar la voz, esta se intercala con el riff. Nuevamente, Víctor hace gala de su maestría en la guitarra con un tremendo solo, acompañado con varios matices por la guitarra de acompañamiento, el bajo y la batería; los tres instrumentos poco a poco suben la intensidad para indicar la vuelta al riff principal. Twins of death comienza con un ritmo movido e intenso con un sonido bien setentero en cuanto al riff principal y el beat de la batería. Aunque suene un poco reiterativo de mi parte, me parece que cada composición está sacada de otra época, cada elemento en su conjunto hacen un psych rock/heavy rock/stoner en toda su extensión: los solos de guitarra son alucinantes, el ritmo que mantienen bajo y batería son bastante sólidos a la vez que libres en su ejecución y el tono de la voz le da un plus a todo el conjunto. La variación de ritmos en Twins of death es más perceptible porque, al ser la segunda canción más larga del disco, el power trío tiene oportunidad de desarrollar bien cada parte, desde el inicio contundente que tiene hasta los puentes más tranquilos, melodiosos y con sendos solos de guitarra que le dan un saborcito setentero muy bueno.

Kraken God, el cuarto tema del Vol. 1, tiene un aire de misterio mediante un riff de guitarra limpia y un sample de tormenta de fondo, muy tenue. Esta canción me remite un poco a Black Sabbath (la canción): con sólo unas notas bien colocadas, un sample y una base rítmica sólida, se puede llegar a crear una canción que nos cause inquietud y nos mantenga a la expectativa, como un pasaje misterioso en una peli de terror. El disco continúa con Raven, una canción casi en su mayoría instrumental y que la voz pasa a ser un elemento ambiental más en su desarrollo. Pese a que el título puede evocarnos una rola siniestra como la anterior, resulta que es un trabajo donde la inventiva y la compenetración como músicos se muestra mejor, donde, como cuervo, cada músico alza un vuelo para darnos una canción con mucho feel.


Po último, Cosmic rider, comienza con Víctor ejecutando un riff de guitarra con un gustito un tanto sombrío, en gran parte de esta rola se nota un poco más la influencia del heavy rock, rompe un poco, junto con Kraken God, la influencia de la psicodelia y evoca más un aire más denso, más pesado. Sin duda, elegir esta canción para cerrar el disco fue un acierto enorme: después de cinco canciones en las que el psych rock estuvo presente, donde escuchamos a Víctor ejecutar solos impresionantes y a Fernando y a Daniel dando una base muy bien hecha para el viaje, ahora escuchamos algo más heavy, más intenso en cuanto a la sensación un tanto sombría, además, habré de insistir, de que es muestra que con una melodía bien estructurada, se pueden crear ambientes ya sea pesados o intensos o inquietantes sin los recursos comunes para lograrlos. El disco de inicio a fin es un deleite, y con músicos tan experimentados como lo son este power trío, no se podría pedir menos. Tanto Kraken God como Cosmic rider son mis canciones favoritas (por la relación que hice, quizá inconsciente, con Black Sabbath), a mi gusto, sobresalen por el aura que despliegan y las diferencia del resto de temas que componen este disco; también cabe aclarar, no son las únicas dos canciones buenas, todo el disco es una chulada de psicodelia, riffs buenísimos, solos alucinantes, beats de batería que me gustaron demasiados por la fuerza que transmite , bajeos geniales y una voz que nos puede remitir desde el hard rock de los setenta como al stoner noventero más chingón. Sin más, les dejo liga a su bandcamp para que escuchen esta nueva presentación del Vol. 1.


Para escuchar:


-Mack


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