Bisonte estrena Mother tempest, una brutal evolución de su sonido
- Mack
- 3 mar
- 5 Min. de lectura
Apenas hace un par de semanas aproximadamente se anunció, mediante un sencillo que sirvió de adelanto a la tempestad que se nos avecinaba, el nuevo material del power dúo chiapaneco Bisonte, titulado Mother tempest, nombre que, para mí, refleja mucho el sonido y la emotividad que transmiten mediante siete rolas que de inicio a fin son un reflejo de la intensidad y la pasión que este par tiene para hacer música, de su creatividad y la energía con la que se despliegan en sus respectivos instrumentos. Mencionar la emoción que sentí al saber que pronto saldría a la luz un nuevo Ep de Bisonte es poco (y hasta redundante, quien m conoce sabe que es una de mis bandas favoritas de México), debido a que resultó, en el mejor sentido que se pueda entender, sorprendente y contundente con cada riff. con cada golpe en la batería, así que mejor pasemos a hablar de este lanzamiento.
El álbum nos recibe con la primera rola Break/Release, y los primeros sonidos que nos llegan son de la batería dando un constante golpeteo pero con ritmo lento, a la que luego se le unen un par de guitarrazos, que quedan como sonido de fondo mientras Pau sigue con ese ritmo consistente y casi tribal; se oye el riff principal de la rola, crea una melodía potente, estridente, que acompañada con la batería es como un estruendo salvaje que se siente aproximar. Luego de un par de repeticiones comienza el verso, donde cada nota queda sonando y la voz de Mario aparece, áspera y melódica a la vez, más agresiva que en su Ep anterior, más oscura, con una cadencia larga y acometedora. Hasta poco más de la mitad de la canción, todo se mantiene de esa manera, la batería continúa con el ritmo inicial y añade algunos fills que resaltan bastante bien, y en el paso a esta segunda parte de la rola retumban los tambores, ruge potente la lira y la voz mantiene la nota con bastante agresividad, llevándonos a un pasaje pesadísimo que sirve de puente para el solo de lira, seguido de otro puente melódico contundente, breve pero con variaciones en su desarrollo bastante chingonas, hasta que todo va cerrando parecido a la forma en que comenzó. Ether es el siguiente track, cuyo comienzo es con la lira haciendo un riff lento, melancólico, casi al estilo blues en cuanto a la melodía que se crea y la sensación taciturna que transmite. La batería, al acompañar, refuerza esta sensación y le añade pesadez, densidad, resignifica la rola hacia un doom bien pesaroso, sensación que e acrecienta aún más con la forma de cantar el primer verso, como si fueran gritos potentes y desgarradores. Luego de este pasaje, la melodía se vuelve tranquila, la lira suena limpia mientras la batería tiene un toque solemne, como si se tratase de una marcha fúnebre y la voz se escucha como susurro etéreo a la lejanía; luego todo en conjunto, sube de tono y vuelve a ese sonido aplastante y calamitoso. Luego de una pausa en la que suena ruido blanco, el dúo vuelve a hacer una melodía casi sublime: la batería suena bien matizada, con golpes suaves, acompañada de arpegios de lira, que también se transmiten como algo tranquilo, levitando por el ambiente, la voz vuelve a tornarse un sonido lejano y ultraterreno, hasta que, para cerrar, retoman toda la fuerza y la intensidad del doom.
Llegamos a Homesick, la tercera rola del Ep, al inicio los arpegios de lira me recuerdan al sonido grunge noventero, la melancolía y el temple oscuro son una constante a lo largo de la melodía, incluso en las notas que alcanza Mario con su voz pareciesen un grito contenido al cerrar el primer verso de la rola. Creo que la sencillez, en cuanto a variaciones y atavíos instrumentales, es fundamental en esta canción, sin mayor pretensión que crear una atmósfera que nos envuelve y nos sumerge en reflexiones internas, como si se tratase de un examen a la media noche de nosotros mismos (al puro estilo Baudelaire) y rascar en nuestros propios anhelos y esperanzas; es decir, toda la fuerza radica en lo que transmite, porque lo hace forma magistral y sin incluir recubrimientos innecesarios. El cuarto track se titula Cicada, rola que, cercana a una balada, inicia con guitarra arpegiada y voz limpia, y aproximadamente luego de minuto y medio, la guitarra se distorsiona, entra la batería con un chingo de punch, la voz se quiebra con mucha fuerza; luego de este quiebre en la melodía, la rola ya no baja su intensidad, semejante a la anterior, se mantiene oscilando entre lo denso y lo doloroso, aunque se siente más intensa la angustia de la melodía y la voz en su conjunto. Sigue Prayers, una rola con aura totalmente ochentera que se percibe desde la batería inicial, con un reverb en cada golpe que asemeja a las rolas ochenteras, luego la lira también con un toque de chorus (me parece), la voz suave, tranquila, con un poco reverberación igual; además de esta aura, el ritmo lento le terminan de dar una dirección hacia la aflicción que se intensifica al distorsionarse las cuerdas ye intensificar los golpes en la batería, lo mismo pasa con la voz que se torna áspera e intensa, desgarradora. En conjunto con las dos rolas previas, dan un matiz oscuro bastante chido con distintos recursos, es decir, apelan desde distintas aristas a un aspecto tormentoso y lúgubre del ser, priorizando, según mi percepción, lo emotivo, donde radica toda su fuerza y su capacidad creativa.
The dread es la penúltima canción, ya nos vamos perfilando hacia el final de este material tan excelente, y nuevamente tenemos un inicio tranquilo, apacible, la lira arpegiada y la batería sólo dando el ritmo en el platillo de forma suave, conforme pasa el tiempo, la intensidad va subiendo de intensidad, hasta que cerca de los tres minutos explota y nos cae un mar contundente de distorsión y tamborazos, como si de una tormenta que de a poco se aproxima hasta que nos baña todos y todo el viento y el agua que cae sin parar nos toma de un momento a otro. El Ep cierra con un cover a (The) Melvins, la rola, With teeth, a la cual, lo único que podría decir es que la ejecución es buenísima y la versión de lujo, me pareció una buena forma de llevar un clásico de los clásicos Melvins al terreno del dúo Bisonte. Como todo, habrá a quién le guste los covers, a otro no, y siempre ese juicio queda en quien lo escucha (juicio de valor que no siempre tiene que ver con la calidad de la banda, sino con la percepción de quien escucha), y al mío, me parece una muy buena versión que respeta la original y le añade ese toque único que Mario y Paulina tienen.
Para cerrar, como ya decía al inicio, me emocionó mucho escuchar este nuevo material, y cada vez que lo escuché me emocionó igual. El sonido y la construcción de cada rola muestran una evolución muy bien llevada, conservan esa esencia del Bisonte que escuchamos en The Beholder, sin quedarse estancados en ella, la llevaron más allá y me parecen rolas con mejor trasfondo, con una estructura y una intencionalidad bien marcada y definida, que espero (de verdad espero) que sigan trabajando y encontrando nuevas rutas para ese sonido tan único que les ha ganado la simpatía de muchos en la escena. Para cerrar, estarán presentes en la Pot Party de Weedsnake el próximo 19 de abril, la preventa aún está abierta por lo que manden mensaje a los organizadores para tener el suyo y disfrutar además de una selección de bandas que les volarán la cabeza. Ahora sí, mi rola favorita fue Ether, por esa gama de combinaciones que logran en la rola, ¿cuál es la tuya, querido lector?
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-Mack
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